Saturday, November 29, 2008

Alma

Hoy, el Alma se despertó antes que yo.

Como a las 3 o 4 de la mañana se incorporó y posó los pies en la alfombra al lado de la cama. Giró la cabeza para constatar que seguía durmiendo; luego se puso de pie y salió por la puerta hacia el jardín. Ahí en el umbral del portón, se quedó mirando el cerro y las luces blancas que pasean sobre el (ya sabes, esas que sólo puedes ver de costado y haciendo los ojos chinos). Recordó aquella madrugada en que me reveló que esas lúces eran las almas del cementerio cercano, que salen a estirar las piernas y conocer gente nueva. El Alma conoció los espíritus de una joven familia de pescadores, con las cuales a veces salía a caminar por el borde de la playa, siguiendo todo el litoral de la bahía de Zorritos. El niñito de esa familia ya se había acostumbrado a no poder recoger las conchitas con las manos (inevitablemente, no las podía mover con sus fantasmagóricos deditos), así que se entretenía persiguiendo a los cangrejitos que salen a comer a esa hora (los cangrejitos le dejaron de tener miedo, mas bien le tenían mucho cariño y le contaban de como el hecho de caminar de costado les da un sentido de orientación bárbaro).

El Alma se quedó un buen rato ahí en el portón del jardín, recordando todas las veces que el regresó a casa al amanecer y yo ya me había ido. Por eso es que ya no sale mas allá del jardín, para poder estar conmigo al momento que yo salía a trabajar. Después de un rato fue a la sala, y encontró mis libros y lapiceros desperdigados en la mesa. Con mucho esfuerzo trató de poner un poco de orden, hasta que reparó en algo nuevo : una foto mía contigo. En ese momento se sentó en una de las sillas sin dejar de ver la foto...por fin te conocía! El alma sabía de ti, pero por alguna razón de transferencia neuronal real / virtual, no había podido ver tu rostro aún. Y ahí se quedó ... maravillado por su descubrimiento, estremecido por la sopresa, atónito por nuestra suerte (la del alma y la mía). Mientras miraba la foto con ojos temblorosos, un punto de luz comenzó a iluminarse en el medio de su pecho. Al principio, Alma no se dió cuenta...pero luego, según la intensidad de la luz iba creciendo más y más , ya pudo entender que cosa era eso que le crecía en el corazón e iluminaba todo el salón : "Es la esperanza" pensó. No la conocía, pero siempre supo que así se sentiría el día que finalmente llegara.

Y así , el amanecer llegó sin que nadie se diera cuenta. La luz que emanaba de mi casa hizo pensar a los vecinos del pueblo que el verano se había adelantado, por lo que el día de hoy, el amanecer llegó un poco antes.

Al escuchar que me despertaba, Alma recuperó la concentración y me fue a dar el encuentro, unos segundos antes que recupere la conciencia.....sin embargo Alma no podía dejar de pensar en lo que acababa de ver y sentir.

Es por eso que hoy sábado al mediodía, siento la más grande urgencia de gritar todo aquello que siempre te digo cuando la noche -con su oscuridad cómplice- me asegura que el mensaje llegará fuerte y claro.

Mi sentido común trata de poner orden, trata de equilibrar la prudencia y el tino, con las emociones que Alma quiere que te exprese en este instante. Por eso, llegamos a un acuerdo. Y heme aquí, sentado en la misma mesa en la que Alma te encontró, recogiendo sus expresiones y enviándotelas. Sin embargo, logró contagiarme esas ansias de volverte a decir que nos pertenecemos, y de prometerte que nunca dejarás de sonreir.

Aprieto las manos, me muerdo los labios, adormezco el corazón ...

Hoy el Alma se despertó antes que yo.