Sunday, December 23, 2007

cuando ya no importa ... y no te importa que no te importe

De pronto ves que todo alrededor tuyo se mueve tan rápido ... las montañas y el viento no dejan de acosarte, el mar te invita a hundirte en él. Todo en medio de un trance histérico que te hacen olvidar las buenas intenciones que tuviste un día ... intenciones de amar, de vivir .... Pero no estás molesto, sólo miras alrededor tuyo y piensas que efectivamente habían días que con sólo mirar a sus ojos, sabías que el universo se está desbarrancando, pero que te importa menos que nada.

Hoy sabes que vivir o morir ya te da lo mismo ... pero no importa, porque el caos tiene su propia belleza.


mi día

Y así pasa el tiempo desde ese día. Llego de trabajar como a las 6 o 7 de la tarde. Acostumbrado a ver un atardecer maravilloso frente a casa, ya dejé de sacar fotos de la playa hace tiempototal, no es lo mismo si no tienes a quien enviárselas.

Hago un poco de ejercicio mientras reviso correos y veo quien perdió el tiempo acordándose de mi. Después de prepararme algo de comer y sentarme con las piernazas extendidas en la cama, comienza mi sesión de dos capítulos de Lost del día.

Finalmente apago la luz de la habitación. Miro el lado vacío de la cama.

Ya no me acuerdo cuando me dejó de latir el corazón.




Saturday, December 08, 2007

barceloneta


Manuela: No digas nada del padre.
Rosa: ¿Por qué te cae tan mal Lola?
Manuela: Lola tiene lo peor de un hombre y lo peor de una mujer. Te contaré un historia. Yo tenía una amiga que se casó muy joven(+). Al año su marido se fue a trabajar a París y quedaron que la llamaría cuando estuviera situado. Pasaron dos años, el marido ahorró un dinerito y se instaló en Barcelona para montar un bar. Ella se reunió aquí con él. Dos años no es mucho tiempo, pero el marido había cambiado.
Rosa: Ya no la quería...
Manuela: El cambio era más bien físico, se había puesto un par de tetas más grandes que las de ella.
Rosa: ¡Ah!, ya...
Manuela: Mi amiga era muy joven, estaba en un país extranjero, no tenía a nadie y, exceptuando el par de tetas nuevas, el marido no había cambiado tanto, así que terminó aceptándole. Las mujeres hacemos cualquier cosa con tal de no estar solas.
Rosa: Las mujeres somos más tolerantes. Pero eso es bueno...
Manuela: Somos gilipollas y un poco bolleras*. Escucha el final de la historia. Mi amiga y su marido con tetas se montaron un chiringuito** aquí mismo, en La Barceloneta, él se pasaba todo el día embutido en un biquini microscópico tirándose todo lo que pillaba, y a ella le montaba un numerazo si andaba en biquini o se ponía una minifalda, ¡vamos, el muy cabrón! ¿Cómo se puede ser tan machista con semejante par de tetas?

+ Obviamente, habla de ella misma.
* bollera : lesbiana (slang)
* chiringuito : bar pequeño, kiosko