Saturday, February 09, 2008

seguimos aquí


Sus recuerdos comienzan casi al mismo tiempo en que por fin pudo abrir los ojos. Sus hermanos, a quienes ya los conocía por olor y cariño, por fin tenían forma... se miraban todos divertidos, como un poco avergonzados por finalmente haber dado forma a esa imagen etérea fraterna que cada uno tenia en sus cabecitas. Ellos sabían que faltaba uno de ellos; la naturaleza había reclamado al más débil de la camada... ellos sabían que mamá aun pensaba en el pequeñito, cuando ella se quedaba mirando al horizonte con las orejas un poquito gachas (de adulto aprendería que uno otea el horizonte con las orejas bien paradas); ella negaba que estaba triste y comenzaba a lamer profusamente a cada uno de ellos, como queriendo sellar el vínculo maravillosamente misterioso que se establece con la descendencia.

Y salían por las mañanas corriendo por las lomas, como si en eso se les fuera la vida ... quien los viera pensaría que las patitas tenían fuerza propia, ya que estas avanzaban a veces más rápido que los propios cuerpos. Frenaban en seco al borde de la peña, jadeando, mirando el mar extendido hasta donde se perdía la vista que le reportaban sus vivaces ojos negros.

Han pasado muchos años desde aquella ocasión, pero esa sensación de día especial es algo que ha quedado flotando en el aire ... aún se puede percibir. Y si escuchas atentamente a media mañana, aún podrás oír a los Zorritos celebrando cada día como si fuera el día que les toca ser felices....porque no nos hemos ido, seguimos aquí.




1 comment:

Lomo-dipendente said...

Qué tiernooooooooooo!!!!!!!!!