Hoy me dijeron que no me pueden oír.
Que mi poca inspiración se acabó cuando un día regresé al cajón de juguetes para descubrir que ustedes ya no estaban ahí.
Me aseguraron que ustedes ni siquiera se dieron cuenta. Sólo unas personas con uniforme de trabajo cargaron la caja, y todo el resto de cosas de la casa.
Pues se equivocaron; nadie nos puede apartar tanto como para dejar de querernos.
Nuestras risas de corcho, cartón y madera siguen flotando en el aire ... y están buscando la manera de volverse a conectar, de encontrar el canal adecuado, el cauce perfecto.
El ejército imposible de Caballocorcho siempre estuvo destinado a seguir su viaje increíble, aún cuando eran nuevos y estaban en sus cajas relucientes, admiradas por niños regordetes de nariz sucia con chocolate ... los mismos que fueron agentes de conexión entre todos nosotros.
Pues yo me despido de la incredulidad ... doblo mis patas de soga dura, y le doy un beso a la playa. La arena, dispersa e impertinente, pero solidaria al fin, lleva mi mensaje a donde ustedes estén ...
Seguro que sí ... a que si :)
1 comment:
....que maravilla de fotografia cuando hacen el harvest en otonio....
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